Reparte el coste de tu compra en 3 plazos sin intereses, que se cobran a tu tarjeta de crédito o débito cada mes. Los pagos a plazos te permiten repartir los costes a lo largo del tiempo, para que puedas comprar todo lo que quieras sin que tu bolsillo se resienta. Los pagos se cargan de manera automática cada 30 días.